Si es que están pasando tantas cosas que no queda otra que reírse. Pero sobre todo para reírme de mí. Y de lo que me rodea: mis padres, mi mujer, mi hijo, mi hermana, mi cuñado, mis amigos, mi perro… Porque vaya fauna y flora que tengo a mi alrededor. También para reírme de las cosas que me pasan, cómo seguro que les pasan a muchos de
ustedes… Y de algunas otras, más personales, que igual sólo me pasan a mí, como cuando alguien me dice:
¿Tú eres famoso, no? ¿Gorbachov, verdad?
Gorbachov, Gazpacho, Cabracho, Carpaccio… Me han llamado de tantas formas. Pero mientras ustedes se rían, pueden llamarme cómo quieran. Y aquí se van a reír.
Un amigo vino a verme y me dijo: Que fuerte, la gente se ríe cada quince segundos. Parece que estuvo contando las risas. Sí, lo reconozco, tengo amigos muy raros.
Pero lo cierto es que hay unas 250 risas por función. Una arriba, una abajo. O sea que sale a una risa por cada 10 céntimos aproximadamente. ¿Quién da más por menos?
Por eso les invito a que vengan. Porque van a pasar un buen rato y van a volver a casa más felices de lo que vinieron. Ni más, ni menos.
Espectáculo recomendado para mayores de 14 años.